Gente sombra, proyectada en las paredes de la cafetería.
Ecos formados de la memoria de una generación pasada
Golpeando hacia el ahora.
Criaturas del anochecer, comiéndose unas a otras
Sobre una ruidosa taza de café.
Chicas ojos de mora en medias negras,
Oliendo vagamente a gelatina de menta y al músico que anoche
tocaba los bongoes.
Haciendo observaciones profundas sobre las formas de los ombligos,
Preguntándose cómo la breve semana de atardecer
Se convirtió en larga noche de la gran avenida,
Amor teñido, Ángeles beat,
Condenados a ver sus sueños de café
Machacados contra los suelos del tiempo,
Mientras ellos arrojan sus piernas flechas
A los cielos,
Perdiendo sus dudas en el beat.
Sujetos ángel de cuello de tortuga, sujetos pelinegros de jeans,
Con mandíbulas de césar y ojos de sinagoga,
Viajeros del mundo en el autobús cuarenta y uno,
Mezclando el jazz con charla de pintura
Renta alta, Bartok, asesinos clásicos,
La escasez de hierba y el ajetreo de anoche.
Perdidos en un mundo de sueño,
Donde el tiempo se dice con un latido.
Universitarios de Ivy League con rostros de cafeína, en chaquetas de Cambridge,
Cuyo Harvard personal fue un peldaño del distrito Fillmore,
Pesado con un par de congas,
La cruz ancestral, la maldición tendida por Otelo,
Hablando de Bird, y Diz y Miles,
Las terribles, secretas heridas,
Envueltas en tibias sonrisas hipster,
Diciéndose a sí mismas, debajo de la charla,
Este shot será el último,
Deseando que el beat sea la verdad.
La policía culpable llega.
Breves, hermosas sombras, se queman en las paredes de la noche.
Ecos formados de la memoria de una generación pasada
Golpeando hacia el ahora.
Criaturas del anochecer, comiéndose unas a otras
Sobre una ruidosa taza de café.
Chicas ojos de mora en medias negras,
Oliendo vagamente a gelatina de menta y al músico que anoche
tocaba los bongoes.
Haciendo observaciones profundas sobre las formas de los ombligos,
Preguntándose cómo la breve semana de atardecer
Se convirtió en larga noche de la gran avenida,
Amor teñido, Ángeles beat,
Condenados a ver sus sueños de café
Machacados contra los suelos del tiempo,
Mientras ellos arrojan sus piernas flechas
A los cielos,
Perdiendo sus dudas en el beat.
Sujetos ángel de cuello de tortuga, sujetos pelinegros de jeans,
Con mandíbulas de césar y ojos de sinagoga,
Viajeros del mundo en el autobús cuarenta y uno,
Mezclando el jazz con charla de pintura
Renta alta, Bartok, asesinos clásicos,
La escasez de hierba y el ajetreo de anoche.
Perdidos en un mundo de sueño,
Donde el tiempo se dice con un latido.
Universitarios de Ivy League con rostros de cafeína, en chaquetas de Cambridge,
Cuyo Harvard personal fue un peldaño del distrito Fillmore,
Pesado con un par de congas,
La cruz ancestral, la maldición tendida por Otelo,
Hablando de Bird, y Diz y Miles,
Las terribles, secretas heridas,
Envueltas en tibias sonrisas hipster,
Diciéndose a sí mismas, debajo de la charla,
Este shot será el último,
Deseando que el beat sea la verdad.
La policía culpable llega.
Breves, hermosas sombras, se queman en las paredes de la noche.
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