Primer Chakra

Primer Chakra

CHAKRA FUNDAMENTAL
MOOLADHARA



El primer chakra de nuestra columna vertebral es el Muladahara, nombre en sánscrito que significa raíz o fundamento. Está localizado en la base de la columna vertebral, perineo.

Este chakra es el que nos une con el mundo físico, dirigiendo las energías cósmicas y terrenales hacia el sistema energético sutil.

Al tomar contacto con la Tierra, experimentamos la inocencia, el amor, la paciencia y su fuerza.

El Muladahara chakra, protege nuestras glándulas suprarrenales, el intestino grueso, columna vertebral, uñas, cabellos, conducto del esperma, los pies, las piernas, los huesos, el inconsciente y el cuerpo físico. En él se desenvuelven las necesidades de la supervivencia, la aceptación de la vida en éste planeta Tierra, la existencia física, la predisposición de actuar armónicamente con la energía y la vida tanto global como individual.

Cualidades


Su elemento es la tierra, defiende el arraigo y la supervivencia y pretende la estabilidad, la firmeza y la tranquilidad.

Su color es el rojo.

Sentido físico, el del olfato.

Le corresponden los planetas Saturno, Plutón y Tierra.

Metal, el plomo. Alimentos, la carne y las proteínas.

Su fuerza, la gravedad.

Su mantra es el OM y su vocal la O.

El verbo Tengo.

Incienso el cedro.

Animal, el elefante con siete trompas, que representa las siete leyes naturales que todos poseemos y que debemos descubrir en nuestro interior.

Los elementos preferidos de la naturaleza son: la aurora, la tierra fresca y el crepúsculo.

Sus signos astrológicos: Capricornio, Escorpio, Aries y Tauro.

Las correspondencias astrológicas:

- Capricornio-Saturno: Resistencia.

- Tauro: Posesión, vinculación con el planeta Tierra.

- Aries-Marte: Agresividad, energía vital.

- Escorpio-Plutón: Transformación, fuerza sexual.

Contiene cuatro pétalos: sam, sham, sam, vam.

Las deidad que lo protege son: Ganesha, Bala Brahma e Indra.



La misión de las glándulas suprarrenales es la de regular la circulación sanguínea y producir adrenalina y noradrenalina, permitiendo así que nuestro cuerpo esté preparado para el movimiento y la acción, además de equilibrar la temperatura del mismo.

En este chakra, reside LA KUNDALINI (en forma de serpiente enroscada), que es la energía vital (Shakti). Desde este chakra parten los canales principales por donde circula esta energía vital, el Sushumna, el Ida y el Pingala. Este chakra junto con el séptimo, el Sahasrara, están sincronizados para mantener nuestro equilibrio interior.

A través de la práctica del Kundalini yoga o Hatha yoga, lograremos despertar esta energía vital, para que circule desde el final del hueso sacro de forma ascendente y a través de dichos canales, vivificando el resto de los chakras.

Si procuramos que este chakra permanezca abierto y funcione con total armonía, podremos experimentar nuestra unión con todo lo creado, acompañado de una gran fortaleza interior, satisfacción, seguridad y perfecta estabilidad, proporcionándonos a su vez, un maravilloso estado de protección y alimento seguro.

A través del Muladhara chakra estamos pegados a la tierra y sobre él podemos construir los cimientos de nuestra vida, captar la energía necesaria para desarrollar nuestra creatividad en relación con todo lo externo; adquirir la fuerza, la seguridad, la estabilidad, la alegría, la calma, la paz, la serenidad, la perseverancia y la constancia, y regular la sexualidad como medio para la procreación.

De su mal funcionamiento provienen las enfermedades de la obesidad, lesiones en las rodillas, anorexia, hemorroides, ciática, estreñimiento y artritis.

Ejercicios


Un buen ejercicio para ayudar a abrir el Muladhara chakra y armonizarlo, sería contemplar el Sol al amanecer o al atardecer haciendo respiraciones profundas, al propio tiempo que escuchamos atentamente los sonidos de la naturaleza o entonamos un mantra con la letra O ó la sílaba OM, utilizando el sonido DO de la escala musical en tono muy grave.

También podemos hacer el mismo ejercicio intentando visualizar a nuestro Muladahara chakra como un disco rojo dando vueltas en el sentido que siguen las agujas del reloj o bien contemplando con mucha atención alguna de las piedras que ayudan al trabajo con este chakra, como son: el rubí, el coral rojo o el jaspe sanguíneo, entre otras, creando al propio tiempo un ambiente propicio con el aroma de incienso de clavo o cedro.